RESEÑA || «La orden del dragón» de Jenn Bennett



Algunas leyendas nunca mueren...

El gran sueño de Theodora es poder viajar con su padre, un cazatesoros. Ella ha leído hasta el último libro de su biblioteca; tiene un conocimiento impresionante de las reliquias más buscadas del mundo y, cómo no, es una joven ambiciosa. Lo único que no posee es el permiso de su padre. Ese honor es para el protegido de 19 años de su padre, y una vez amor de la vida de Theodora, Huck Gallagher.

Hasta que, un día, Huck llega de una expedición sin su mentor y le pide ayuda a Theodora para rescatarlo. Con un viejo diario de viaje, los jóvenes se enteran de que el padre de Theodora había estado recabando información sobre un anillo legendario y mágico que una vez perteneció a Vlad el Empalador, más conocido como Drácula, y que podría ser la clave para encontrarlo...

En un viaje a Rumania, Theodora y Huck se embarcan en una cautivadora aventura a través de pueblos góticos y castillos oscuros en las brumosas montañas de los Cárpatos para recuperar el famoso anillo. Pero no son los únicos que lo están buscando. Una sociedad secreta y peligrosa con un poderoso vínculo con Vlad el Empalador también lo está buscando. Y harán todo lo posible, incluido matar a quien se cruce en su camino, para hacerse con él.

 


¡Hola, lectores! Espero que se encuentren muy bien. La orden del dragón de Jenn Bennett ha sido una de mis últimas lecturas y, siéndoles sincero, una de las más gratas sorpresas literarias del año. A esta autora ya la había conocido con Night Owls, una novela de realismo juvenil y, aunque terminó gustándome, no me resultó memorable. Con esta entrega, en cambio, vaya que sí cambió la cosa.

         En esta aventura por regiones escandinavas nos encontramos con Theodora, la hija de un cazador de reliquias desaparecido recientemente, y con Huck, su especie de exnovio que la visita en su hotel con noticias que cambiarán para siempre su destino. Así, inicia una travesía épica donde exploraremos leyendas, hechos sobrenaturales, algunos personajes históricos, sitios emblemáticos y objetos ancestrales. Y si a eso le añadimos la ternura que desprende esta pareja, el resultado es fenomenal: aventura tras aventura y momentos de romance muy bien logrados. Me sentí como en la ruta de un viaje mientras leía; la prosa de la autora logra de manera muy acertada colocarte en los escenarios narrados.


         Además, otro elemento que aplaudo es la interesante documentación histórica. Me recordó un poco a Hija de las tinieblas de Kiersten White pero con un trasfondo más urbano y juvenil, así como a las vertiginosas obras de Dan Brown donde hay acertijos, tensión y la búsqueda de un objeto milenario.

         En cuanto al final, no tengo ninguna queja. Sin duda Jenn Bennett supo darle un cierre a todos sus personajes (superbién construidos, por cierto) y poner ese desenlace a la altura de los demás episodios. Fue un cierre épico como en las mejores historias fantásticas.

         No tengo la menor duda de que echaré mucho de menos a estos carismáticos personajes. La narración tan simpática y sarcástica de Theodora y las interacciones de los demás hicieron de este viaje una experiencia inolvidable y muy disfrutable. ¡No puedo esperar para saber qué les depara en la próxima entrega!

        

En conclusión, esta entrega se ha convertido en todo un descubrimiento. Protagonistas decididos, una ambientación muy bien lograda, una acción sólida y una búsqueda ancestral se aúnan para dejar al lector sin aliento mientras avanzan las páginas. ¡Muy recomendable! 

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