RESEÑA || «Cuando me llamas por mi nombre», Tucker Shaw

ES 1990 EN NUEVA YORK, Y LAS VIDAS DE DOS CHICOS EN PLENA CRISIS SE CRUZAN POR CASUALIDAD Y CAMBIAN PARA SIEMPRE.

Adam es un fanático del cine, tiene diecisiete años y un chico muy guapo lo acaba de invitar a salir. ¡Su primera cita! Con el corazón a mil, Adam acepta y se enamora de Callum, como pasa en las películas.

Ben está obsesionado con la moda, tiene dieciocho años y se ha ido de casa después de que su madre descubriera su colección de revistas gays. Pero, al llegar a Nueva York, Ben empieza a sentir su sexualidad menos como un secreto y más como una insignia de honor.

Entonces Callum desaparece y deja a Adam con el corazón roto, y Ben descubre que el mundo que acaba de descubrir no es tan abierto de mente como pensaba. Cuando Adam por fin encuentra a Callum, se entera de que el chico al que ama está muy enfermo. Y, en un encuentro casual cerca del hospital donde Callum está ingresado, Ben y Adam se conocen. Cuando ambos empiezan a abrirse a las posibilidades del amor y la vida queer, se dan cuenta de que, a veces, las únicas personas que pueden ayudarnos son las que nos ven tal y como somos, en todo nuestro esplendor, por caótico que sea.

 OPINIÓN 

¡Hola, lectores! Bienvenidos a una nueva reseña más de este blog. En esta ocasión, nos transportamos a una Nueva York en el año de 1990. La historia nos irá presentando los puntos de vista de Ben y Adam, dos jóvenes cuyo encuentro lo cambiará todo y revelará poco a poco lo que ambos esconden en su dolor. En esta época la epidemia de sida está en boga, lo cual significa pérdidas inimaginables para cualquier persona. Y, en medio de toda esa oscuridad, Tucker Shaw refleja la luz presente en las comunidades y en el amor.

        Al imaginarme esta historia pensaba que iba a encontrarme con un romance Coming-of-age. Sin embargo, no fue del todo así. Cuando me llamas por mi nombre es una novela que va más sobre la resiliencia, sobre el dolor, la pérdida y la resistencia. Es una novela que habla con un latido muy certero sobre la crisis que esta epidemia significó y sigue significando para el mundo, junto con los aliados, las figuras de resistencia y los grupos de apoyo.

        Lo que me encantó de esta historia fue su ambientación. La Nueva York retratada por Shaw es una ciudad llena de moda, de revistas, desfiles, de bares y, en general, resalta por la documentación histórica tan bien lograda. De igual manera, aplaudo lo bien narrado que está el tema del sida —y con amplia sensibilidad—. Leer la nota del autor al final me puso muy sensible; qué valiente dar a conocer una historia así, y qué necesario.

        Algunos aspectos que no me terminaron de convencer del todo fueron el trabajo con los personajes. A ambos protagonistas los sentí algo lineales, así que siento que pudieron ser personajes más memorables, pero también entiendo el sentido del libro y con su mensaje final fue suficiente.

        En conclusión, recomiendo este libro a quienes deseen conocer más sobre la crisis de esa época, sobre encontrar tu lugar en el mundo, convivir con el duelo y saber sobre las formas de resistencia de aquellos años.