Título original: All the Light We Cannot See
Editorial: Suma de letras
Año publicación: 2015
Temas: Histórica
Marie-Laure es una joven ciega que debe refugiarse con su padre en la ciudad de Saint-Malo después de que los nazis ocupen París. Werner es un muchacho huérfano criado en un pueblo minero de Alemania con un talento especial para construir y arreglar radios que no ha pasado desapercibido a las Juventudes Hitlerianas.
En la última noche antes de la liberación de Saint-Malo los caminos de Werner y Marie-Laure se cruzarán cambiando sus vidas para siempre.
Destinados a ser enemigos naturales y obligados a crecer entre la destrucción, los inolvidables protagonistas de La luz que no puedes ver se convertirán en pequeños héroes cuya inocencia vencerá incluso a la guerra.
Autor estadounidense, Anthony Doerr se interesó por la Historia en el Bowdoin College antes de cursar estudios de Bellas Artes en la Universidad de Bowling Green, donde se especializó en Escritura Creativa. A partir de ese momento decidió dedicarse por completo a la literatura, algo a lo que sin duda ayudó el que le concedieran una beca Guggenheim dedicada a la creación. Además, Doerr fue escritor residente en Idaho, lo que le permitió perfeccionar su primera novela.
Doerr se dio a conocer en 2002 con una antología de relatos titulada The Shell Collector, con la que recibió premios como el Young Lion de la Biblioteca Pública de Nueva York, tras lo que publicó su primera novela, About Grace, que si bien tuvo buenas críticas (recibió el Ohioana Book Award) no llegó a ser un éxito de ventas.
En 2014 publicó la que es su obra más conocida hasta el momento, la novela histórica La luz que no puedes ver, ambientada en la Francia ocupada durante la II Guerra Mundial, y con la que Doerr logró hacerse con el Premio Pulitzer de Novela, así como con la prestigiosa Carnegie Medal for Excellence in Fiction. Desde entonces, Doerr ha sido traducido y publicado en numerosos idiomas, incluyendo el castellano.
Doerr es un colaborador habitual de varios medios de comunicación en Estados Unidos, destacando por su columna en The Morning News.
La historia
comienza con la rutina de Marie—Laure, una niña que vive en París con su padre,
el responsable de las mil cerraduras en el Museo de Historia Natural. Todo
transcurre a la normalidad: su padre custodiando una piedra que tiene una
leyenda lindísima: la leyenda habla de un príncipe que es atacado por unos
ladrones y es gravemente herido. Cuando lo encuentran, está tan gravemente
herido que ya lo creen muerto: hasta que descubren que hay algo en su mano. Ese
algo es una piedra azul (“el mar en llamas”), piedra que se dice nació de un
mar que se secó y que concede la inmortalidad a quien la posea, pero unas
tragedias irremediables para los seres más queridos de su poseedor. Esta
leyenda es muy importante que se las diga aunque sea así de sucinta y, puede
que errónea, ya que tiene gran importancia en la trama, además de ser
completamente enigmática.
Continuamos: esta
novela es una especia de novela—laguna (por no decir novela río), ya que hay más historias aparte de la de ma chérie; la
del joven Werner. Él vive a kilómetros de distancia en un punto minero de
Alemania donde no tiene otra alternativa más que irse a las minas. Para la mala
fortuna de este pequeño héroe, tiene un agudo intelecto y una aguda habilidad
para arreglar artefactos, tales como la radio (y cuyos vecinos utilizan para
arreglar sus radios a cambio de pasteles). Él está con su madre adoptiva, Frau
Elena, otros adoptados y su hermana Jutta. Todos juntos y felices, hasta que a
Werner se le presenta una oportunidad que no puede dejar pasar: unirse a las
Juventudes Hitlerianas.
Es ahí donde
ocurren los acontecimientos más álgidos para nuestro protagonista: dónde aprenderá
cómo se impone la ley del más fuerte, el valor de la amistad, de la
inteligencia, la audacia y de la integridad, pero donde además verá los límites
que el patriotismo puede alcanzar (“No tuve suficientes vidas para entregar a
mi patria”)
Por la parte de
Marie—Laure, durante la invasión de los alemanes a Francia, tiene que huir con
su padre a la ciudad amurallada de Saint—Malo, donde conocerá a su tío abuelo
Etienne y a sus sirvientas, a los que acogerá un cariño inmenso. Sin embargo,
la felicidad de la pequeña quedará opacada por una ausencia que le dejará un
hueco—tanto a ella como al lector—irremplazable.
¿Qué puedo decir
de esta OBRA DE ARTE en mayúsculas y negritas que no haya sentido y pensado y
repensado ya? Primero: la estructura. Son capítulos muy cortos, intercalados en
su mayoría por los de Werner y por los de Marie-Laure. Tras varios bloques de
capítulos, hay saltos de tiempo desde la época en que se están desenvolviendo
(él yendo a las Juventudes, ella en Saint-Malo.) hasta la liberación de París
en 1944. Estos saltos de tiempo jugaron muy a favor del autor, pero muy mal por
mi parte. ¿Por qué? PORQUE ME HIZO
SUFRIR A MONTONES. Fue como si estuviera en un cuarto con la mejor
iluminación y luego llegara la más negra oscuridad con un frío que calara hasta
los huesos. Dichos saltos de tiempo me hicieron sufrir más que los de Te daría el sol de mi amada Jandy
Nelson.
Segundo: La
ambientación. ¡Qué ambientación tan más bien lograda! Y lo mejor: sin nada de
artificios. No son descripciones muy barrocas, NO, son descripciones sublimes y
directas que llegan al lector y hacen de la experiencia lectora una experiencia inmersiva y diferente. Desde
un museo con sus artefactos milenarios hasta una ciudad amurallada con vistas
al mar y sus criaturas. La pluma de Anthony Doerr bien le valía el Pulitzer.
Sí, tan solo por su narrativa lírica,
fresca y hermosa yo le daría el Pulitzer. Su narración me pareció que me
colocaba frente al océano más hermoso del universo y me introducía entero hasta
que dejara de respirar para luego alzarme y ponerme a contemplar el panorama
con todo su esplendor y su gloria. Penumbra y luz. De ese contraste nacen los
momentos más memorables de esta historia ambientada en la Segunda Guerra
Mundial.
En tercer lugar
quiero recalcar lo legendario que son estos personajes. Les aseguro que se
identificarán con más de uno, pues cada quien tiene su pasado marcado por la
tragedia y las desgracias, pero a pesar de ello, tienen las agallas para salir adelante y vaya que lo
hacen… ¿Qué mejores personajes que esos? La evolución de Marie-Laure me dejó
con la boca abierta al final. Y Werner, aw, mi pobre y honorable Werner.
Un
punto que quiero tocar aparte es el lirismo. Lirismo-una palabra que van a ver
mucho en mis reseñas- procede etimológicamente de la palabra “lira”, un
instrumento musical. Y es que lirismo es justamente eso: crear música con
palabras, expresar emociones valiéndose de adjetivos. En este caso de
narración, es muy común y peligroso encontrarse con adjetivaciones innecesarias
y/o redundantes, cosa que, AFORTUNADAMENTE, no ocurre en este caso. En este
caso pasa que hay un desborde de emociones y unas pinturas tan realistas de
escenarios que se pegan de forma indeleble en tus recuerdos sin necesidad de
exagerar. Este lirismo era justo lo que necesitaba: uno que me tocara el alma,
que estremeciera y me hiciera vibrar de forma colosal. Y lo logró
magistralmente.
Un
momento que no debe quedar atrás en ninguna reseña es el encuentro de Werner y
Marie-Laure durante la liberación de París por parte de los Aliados. El
encuentro entre ellos es demasiado sucinto para mi gusto, DEMASIADO, mi alma
quería más de ese momento, pero, justo como sucedió con el lirismo, lo pequeño
expresó algo COLOSAL y SUBLIME. Es de los encuentros más memorables que he
tenido la oportunidad de leer y es justo el encuentro de dos entes de luz
infinita en medio de tanta oscuridad y destrucción y caos. Fue increíble y
demoledor a la vez, nunca lo voy a olvidar.
Ahora,
para ser imparcial, o para intentar serlo, ¿cuáles son los puntos flacos de
esta novela? Solo encontré uno: el hilo conductor. A veces sentía que entre
tanta rutina (como en La ladrona de
libros, donde se retrata una excelente comedia de costumbres), no se dejaba
adivinar hacia dónde se encausaba la trama. Sin embargo, no creo que este
detalle fuera tan relevante teniendo:
a)Perfectos protagonistas.
b)Perfecta ambientación.
c)Perfecta narración llevadera.
d)Perfecto ritmo.
En conclusión, La luz que no puedes ver es una excelente novela en el género de literatura de la II Guerra Mundial porque Anthony Doerr esparce con sus palabras una magia y una luz que penetran nuestras almas haciendo nacer raudales de esperanza en mares oscuros.
VISITEN MI VIDEO RESEÑA :D
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3 Comments
Hola! Estoy leyendo este libro, no llevo mucho pero ya me está enamorando. Es verdad que el autor tiene una forma de escribir increible y la historia y los personajes me están encantado. Espero no sufrir demasiado... Gracias por tu reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Hola :D
EliminarNo es nada.
Espero que lo disfrutes tanto o más que yo.
¡Saludos!
¡Hola!
ResponderEliminarMe ha animado muchísimo tu reseña, es un libro que tengo pendiente y siempre que lo veo en las librerías me apetece comprarlo pero al final nunca lo hago, no se por qué xD
¡besos!
¡Gracias por comentar!
Regreso todos los comentarios :), solo pido un poco de paciencia por los días de clases.
Recuerda comentar con respeto y sinceridad. Nada es más valioso para los dioses que un comentario con buena ortografía.
¡Saludos con Hermes!